jueves, 6 de julio de 2017

Liquen plano oral, la enfermedad no infecciosa más frecuente de la mucosa bucal [Dentistas Córdoba]


Fuente: Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife

La causa del liquen plano oral es desconocida, aunque se conoce la existencia de un desorden inmunológico en su desarrollo. Pese a que afecta a menos de un 2% de la población, es una patología relativamente frecuente en las consultas de los dentistas, de hecho, se trata de la enfermedad no infecciosa más frecuente de la mucosa oral. Aunque se puede presentar también en otras partes del cuerpo, como en piel, cuero cabelludo o uñas, la manifestación oral es la más frecuente.

El liquen plano oral se presenta con pequeñas estrías blancas en las mucosas y con zonas rojas que escuecen ante el contacto con determinados alimentos. Al ser una enfermedad no infecciosa no se contagia, pero no existe, por el momento, un tratamiento curativo y es una dolencia crónica que se manifiesta con brotes de actividad inflamatoria. El Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife recomienda, ante la aparición de lesiones en nuestra boca, acudir al dentista habitual, para que realice un diagnóstico del tipo de erosión y sus posibles causas.

 

Tipología

El llamado liquen plano blanco es una forma que suele remitir de forma espontánea, de carácter benigno y que no suele requerir tratamiento. De carácter asintomático, a menudo las placas no son percibidas por el paciente, aunque éste puede notar una cierta rugosidad al pasar la lengua por las mucosas.

Sin embargo, el liquen plano rojo sí conlleva más molestias, como el picor o ardor, sobre todo al ingerir alimentos ácidos o salados. Además, cualquier traumatismo o incluso roce de las mucosas contra los dientes puede provocar una erosión y es importante su vigilancia para evitar que derive en lesiones malignas.

 

Consejos

El tratamiento de esta afección está dirigido a controlar los brotes de actividad inflamatoria y los síntomas dolorosos, así como a la resolución de las lesiones de las mucosas. Aunque se trate de una patología crónica existen determinadas recomendaciones que pueden contribuir a alargar el periodo entre brotes y a evitar complicaciones. En este sentido, el paciente debe evitar las rozaduras con prótesis, fumar, ingerir alcohol o comer alimentos muy ácidos, picantes o calientes. Además, no son recomendables las bebidas carbónicas, ni el uso de pastas o enjuagues bucales que puedan producir ardor.

Es de suma importancia la rigurosa higiene dental diaria y también las limpiezas periódicas en el dentista, para evitar que la placa bacteriana favorezca la aparición de infecciones y dificulte la recuperación de las mucosas afectadas. Diversos estudios señalan también la influencia en esta patología (tanto en su aparición como en su desarrollo) de la ansiedad y el estrés.